- By: clxwnmxsk
- Romance; fluff. au!
- 752 ~ one shot.
- Música de ambientación sugerida: Super Junior - This Is Love ♪
sábado
❝❞ ━: Confluencia「 RiRen 」
Lo divise por primera vez en el
terminal subterráneo.
Era más de las ocho de la noche,
decidí tomar el subterráneo ya que mi auto se descompuso la noche anterior.
Estaba cansado solo deseaba poder llegar a casa lo más rápido, comer un poco y
luego irme a la cama. Por esas horas el subterráneo parece estar no tan
concurrido por las personas como de costumbre, se podía sentir el frió aumentar
a cada que pasaba las horas. Me cerré el abrigo hasta más arriba de mi cuello,
no quería pegar un resfriado. Los minutos pasaban y por fin escuche el anuncio
del tren llegando. Saque mis manos de mi bolsillo, las personas empezaron a
descender del vagón que iba a tomar, espere a que fuera mi turno. Estaba por
subir, cuando de la nada una persona estuvo a punto de caer, en un rápido reflejo
puse mis manos para evitar que cayera. Tal vez era mi imaginación, pero esa
persona, o para ser más claro ese chico olía delicioso, era como oler a
primavera a través de él. No pude ver su rostro, pero su cabello era de un
hermoso castaño y muy sedoso. Parecía ser muy frágil, y a la vez fuerte. Todo
eso pude saberlo a penas lo tenía en mis brazos.
—Lo siento no me fije —se separó
de mis brazos, hizo una pequeña reverencia. Me miro por unos dos segundos fijos
en mis ojos, y con esto se marchó.
No pude decir ni una sola
palabra, me quedé perdido en esa mirada. Sus ojos eran de un color verde
esmeralda, su sonrisa era sincera, y sus labios, en menos de un segundo se
convirtieron en un deseo para mí.
Al ver como daba vuelta y se iba
lentamente no supe reaccionar, solo me quedé parado estático en ese momento.
Traté de volver en mí, subí como pude al vagón y con esto me dirigí a casa. En
todo el trayecto seguí pensando en ese misterioso chico de aquellos hermosos
ojos. Me quite el saco apenas entre por la puerta de mi apartamento. Seguí mis
planes como de costumbre. Tenía planeado recoger mi coche al día siguiente,
pero decidí olvidar ese dato para volver a la misma hora al subterráneo. Dentro
de mi deseaba poder volver a aquel chico, realmente lo deseaba.
Los días pasaban, ya no usaba mi
auto para transportarme por las noches a mi apartamento, siempre tomaba el
subterráneo, y no me equivocaba, él siempre estaba ahí a la misma hora. No
sabía su nombre, pero sin decirnos ni una sola palabra, ambos nos volvimos "conocidos
de vista", ya que siempre solíamos darnos una pequeña sonrisa cuando
nos encontrábamos.
Llego el día de mi cumpleaños,
todos los trabajadores de la empresa para la cual trabajaba, me felicitaron y
organizaron una pequeña celebración en mi nombre. Todos se veían felices a mí
alrededor, y fue ahí cuando lo entendí.
Siempre había personas felices a
mi lado, pero por más que su alegría los desbordara, no podían contagiármela
conmigo, por la simple razón de que me sentía vacío. Me enamore a primera vista
de un chico que aun desconozco su nombre. Entonces comprendí, que por más que
la viera cientos de veces, no sabría su nombre jamás.
Ese día decidí no tomar el
subterráneo, decidí caminar y sentir el frio en mi cuerpo, al menos eso podía
sentir. No recuerdo cuanto tiempo estuve caminando, tenía la vista fija en el
piso, sin darme cuenta una persona se encontraba frente mío.
—Hoy no tomaste el subterráneo.
Fue raro estar ahí, sin recibir ninguna sonrisa en el rostro de la persona que
hacía falta.
—Quería caminar por hoy. ¿Acaso
me extrañaste?
—La verdad sí. Esperaba que con
el paso del tiempo pudiéramos ser amigos.
El mismo día de mi cumpleaños
número veintitrés caí en la conclusión de que estaba deprimido. La respuesta
era clara, me sentía vacío por dentro. Las personas comunes lo definirían como
"falta de amor", no estoy seguro de eso. De lo único que estoy
completamente seguro es que había experimentado mi primer amor a primera vista,
y no pude notarlo la primera vez. Lo siento dentro de mí, por fin sé que es ser
feliz con solo ver a una persona frente a mí. Sabiendo esto en mi interior solo
pude decir una frase que estaba acompañada de un solo sentimiento.
—Yo solo espero...espero que
seamos juntos un siempre —él solo sonrió.
❝❞ ━: Infidelidad「 RiRen 」
La puerta de mi apartamento se
abre. Lo escucho perfectamente. Sé quién es, no tengo que alarmarme. Busco mi
celular en la mesa de noche y veo la hora.
04:25am
La misma hora como siempre. Doy
un suspiro al aire, y niego levemente.
La puerta de mi habitación se
abre, ahí estas tú. Tan hermoso como siempre.
Me sonríes y sin necesidad de
palabras, sabemos que como terminara.
Si tan solo fuera de otra manera.
Si tan solo no me vieras como persona de una noche. Si tan solo me amaras
como yo te amo.
La habitación en poco se
convierte en testigo de cuatro paredes, de gemidos y obscenidades dichas.
Al amanecer despierto, cuando en
realidad no pude dormir casi nada. Me siento en mi cama y te observo, tan lindo
como siempre.
Recostado boca abajo, emites unos
pequeños ronquidos. Sonrió, pues sin importar que siento que te ves demasiado
adorable. Eres como un niño pequeño que deseo proteger, un niño que deseo que
sea solo mío.
Pero no es así.
Y el anillo que veo en tu anular
me lo reitera.
Eres de otro hombre, y yo solo
soy la compañía externa. Aquel que te da todas las noches que tú quieras, sin
recibir nada a cambio.
Cubro mi rostro con ambas manos,
y siento ganas de llorar. ¿Desde cuándo paso? ¿Cómo es que después de tantos
años sigo siendo el 'otro'? ¿Cómo es que a pesar de todo no confieso mis
verdaderos sentimientos?
Increíble.
Increíble que después de cinco
años, aun no haya dicho la palabra 'TE AMO'.
Tus manos se deslizan suavemente
a través de mi espalda desnuda. Has despertado. Volteo para verte, y tu solo me
sonríes. Una sonrisa que hace que este de nuevo a tus pies. Postrado vendiendo
mi alma al diablo por un poco de tu tiempo, y de tu cuerpo.
Charlamos un poco mientras veo
cómo te pones tu ropa. Una marca en tu cuello llama mi curiosidad. Te pregunto
a qué se debe, y te excusas en yo lo hice.
Pero mientes.
Yo no lo hice, y se perfectamente
que tu esposo tampoco. Es muy mojigato para eso.
Te pregunto de nuevo, y no
respondes. Insisto y sigues callando. Mi paciencia se esfuma y te levanto la
voz asustándote un poco.
Bajas la mirada y pienso que te
disculparas.
Me equivoque.
Una sonrisa descarada se forma en
tu rostro. Un rostro de ángel que por tanto amé. Pero ya no es la misma. Ahora
ya no hay rastro de inocencia.
Y lo sé.
En un tono que jamás escuche.
Descubres más partes de tu cuerpo, mostrando más marcas que no había notado.
Empiezas a reírte, y me lo dices.
Trato de no oírte, pero lo reiteras. Mi mundo entero se desmorona.
—Mi cariño lo disfruta quien
quiera.
Y te vas. No te detengo.
Caigo de rodillas al suelo y
lloro. Por ser tan idiota. Por alguien quien no lo merece. Por amar y no ser
amado. Y porque sé que todo acabo.
Y lo entiendo. Él nunca me
amaría, y tal vez no amé a nadie. Su vida está llena de mentiras, y yo fui una
de ellas. Solo fui una infidelidad.
PD. Disculpen los errores, y ¡GRACIAS POR LEER! ♡
- By: clxwnmxsk
- Drama; angst. au!
- 532 ~ one shot.
- Créditos correspondientes al autor de la imagen.
- Música de ambientación sugerida: Sin bandera - Mientes tan bien ♪
❝❞ ━: Teléfono「 EreRi 」
Levi había adquirido una costumbre
cada que Eren se daba la vuelta. Y eso era el sacarle la lengua de manera
infantil al celular de éste, por creer que para lo único que servía, era para
robarle el tiempo de su novio con su insistente sonar.
Sonaba ridículo si lo decía en
voz alta, pero por vez primera, desde que conoció al castaño, al fin pudo
conocer cómo se sentían los dichosos celos. Y era tonto. Porque ni siquiera los
había sentido con Armin, el mejor amigo de Eren, ni mucho menos con Mikasa, a
quien el castaño consideraba una hermana. Y eso que ellos eran bastante, mucho
más melosos con su novio que el tonto del aparato que reposaba sobre la pequeña
mesa al frente del sofá.
Lo más curioso de todo era cuanto
tiempo le había llevado al más bajo sentir aquello. Porque solo se necesitó
poco más de un día y medio para que quiera tirar aquel aparatito por la
ventana.
Había empezado el domingo pasado
cuando en medio de risas y caricias compartidas debajo de las sabanas, el
teléfono del menor comenzó a sonar. No era algo raro e inusual, al menos Levi
así lo entendió los primeros diez minutos. Sin embargo, para cuando la llamada
se extendió por los próximos veinte minutos, supo entonces que el día que se
suponía que tenía que ser perfecto, se había ido por la borda sin retorno
alguno.
Ni siquiera cuando Eren salió de
la habitación, con uno de sus trajes, disculpándose con un beso y un adiós. Ese
momento Levi supo que podía explotar, porque ¿Quién demonios trabajaba un
domingo? Y sobre todo a mitad de sus vacaciones de fin de año. Él no lo
entendía, pero decidió dejarlo pasar, pues Eren siempre había tenido buenas
razones para dejarlo colgado. Justo como lo había hecho ese instante.
El lunes por la tarde fue igual.
En medio de un beso de bienvenida, aquel aparato se le dio por vibrar junto a
aquella musiquita que él comenzaba a detestar. Nuevamente Eren se disculpó con
la mirada, en lo que contestaba la llamada girando en contra de él.
Bufó por lo bajo entretanto en su
mente no dejaba de maldecir ese bendito teléfono. Si lo pensaba detalladamente,
era hasta algo ridículo pues no era culpa del celular sino de las personas tras
la llamada, quienes conspiraban en su contra para robar el tiempo de su novio,
dejándolo a él sin nada. Pero él no conocía a las personas con quienes
trabajaba el menor, en ese caso en vez de desperdiciar energías y tiempo
averiguando quienes eran, prefería maldecir al artefacto del demonio por sonar
cuando menos lo quería.
Para su infortunio no puede
quejarse si quiera. Había muchas razones para ello, pero en especial dos:
primero, decirle a tu novio que estas celoso de un teléfono era tonto; y
segundo, él no era precisamente la persona más expresiva posible, y prefería no
serlo.
No obstante, fue el miércoles de
la siguiente semana cuando ya no lo soportó. Eren había llegado aproximadamente
a las seis de la tarde, y como siempre se quitó su saco colocándolo sobre el
respaldo del sofá. Aflojo el nudo de su corbata y se sentó en el sillón para
seguidamente, prestarle más atención a su teléfono que a él.
Levi, quien se esperaba algo como
eso, dejando de lado el libro que estaba leyendo, recostó su cabeza sobre las
piernas del contrario y comenzó una leve caricia sobre el oído del menor quien
de inmediato paro cualquier movimiento y clavo su mirada en él. Sabía que
aquella parte de su cuerpo era su punto débil, y ahora quería aprovechar ello.
Sus caricias sobre esa zona no disminuyeron ni mucho menos aumentaron. Eso en
conjunto con su mirada, fue suficiente para que Eren ahora le prestara total
atención.
No había querido expresar sus
verdaderos sentires, pero había pasado algún tiempo y no veía algún cambio. No
quería aceptarlo, pero ello le preocupo. Así que, con voz baja, casi en un
murmullo, expresó:
—Toda tu atención la quiero solo
para mí.
El castaño se quedó pasmado ante
tales palabras, boqueo un par de veces para luego negar un poco tratando de
recuperar la concentración, y seguido de ello le mostro aquella sonrisa
infantil que lo caracterizaba, diciendo un quedo: sí.
PD. Disculpen los errores, y ¡GRACIAS POR LEER! ♡
- By: clxwnmxsk
- Romance; fluff. au!
- 719 ~ one shot.
- Créditos correspondientes al autor de la imagen.
- Música de ambientación sugerida: La Oreja de Van Gogh - Soledad ♪
❝❞ ━: Primera Cita「 EreRi 」
Las manos le sudaban, las piernas le temblaban y por si fuera poco no
dejaba de morderse el labio, sintiendo así, el sabor metálico de su propia
sangre.
Bufó por lo bajo molesto. Había estado repasando en su habitación lo que
tenía que hacer para cuando ese momento llegara, y ahora no podía hacer más que
arruinarlo. Una vez más reviso la hora en el reloj de su muñeca confirmando que
su cita deseada estaba atrasado, muy atrasado.
Solo se le hizo un poco tarde, no es la gran cosa. Fue lo que pensó
tratando de convencerse a sí mismo que lo que ocurría en realidad no era un
desplante, solo un simple retraso y ya.
Y es que había esperado muchísimo tiempo para que ese momento llegara.
Dos años para ser precisos. Desde que había ingresado a la preparatoria, la
primera persona que llamo su atención, fue el amable sempai al
que solía pasarle los libros de arriba en la biblioteca. Nunca le agradeció por
ese gesto que él solía tener involuntariamente. Nunca le dirigía la mirada más
de lo necesario. Jamás le pregunto su nombre y cuando él solía decirlo en voz
alta para que el otro escuchase, nunca le presto atención. Ni por curiosidad,
ni por molestia, ni por nada. Simplemente no existía.
Eren Jaeger era inexistente en la vida de Levi Ackerman.
Con suerte había logrado obtener su nombre, ya que no inspecciono en el
listado de la biblioteca para respetar su privacidad. Sin mencionar el hecho de
que Annie jamás le permitiría hacer ello. Se tomaba muy enserio su papel de
encargada de estantería.
Sin embargo, Eren considero que el mundo muy de vez en cuando era lo
bastante justo como brindarle el nombre de la persona de la cual había estado
más que flechado durante dos años. Había pasado por alto que alguien tan
sociable como Armin tendría amistades en los de tercer grado. Solo basto
preguntar por el chico bajito de la biblioteca para que éste le dijera que lo
conocía, al menos de vista, pero que dos de sus amigos compartían clases con él
y que si Eren así lo quisiese, averiguaría lo necesario por él.
— ¿En serio lo harías? ¡Muchísimas gracias Armin!
No escatimo un poco en demostrar la alegría que lo embargaba, que de
inmediato lo abrazo de manera efusiva llamando la atención de las demás
personas en la cafetería.
Así fue como dos semanas después, ya conocía el nombre completo del
chico de definidos rasgos y mirada penetrante. Acercársele no fue cosa
sencilla, aquel azabache había demostrado ser la persona más seria del mundo.
Nunca reía, nunca empezaba una conversación, nunca demostró estar interesado en
él ni siquiera como persona. Y eso solo entristeció el pobre corazón del
castaño.
Pero fue un día cuando uno de los amigos de Armin, al que le debía la
información de su platónico, se le acerco preguntándole si por fin había
decidido confesarse. Acongojado bajo la mirada negando levemente. El rubio
–cuyo nombre desconocía– le palmeó la espalda animándolo a que no desistiera,
pero él ya comenzaba a hacerlo pues no había alguna señal de que a Levi le
interesara alguien como él.
—Nunca te hablará, pero hay que ver como no para de espiarte cuando
están en clase de gimnasia.
Fue lo que menciono aquel rubio cuando noto la expresión decaída de
Eren. Éste se lo pensó unos segundos, para luego formar una enorme sonrisa en
su rostro revitalizado otra vez. Sacudió la mano del mayor repetidas veces, a
medida que no paraba de agradecerle por todo. Comenzó a correr con una sola
dirección en mente: la biblioteca en el ala este.
Entro presuroso, jadeando y con el uniforme desaliñado. Ignoro la mirada
asesina que le dirigía Annie en ese instante, y con mucha impaciencia fue hasta
el último corredor de la biblioteca encontrándose con su amable sempai que
se disponía a guardar varios libros que de seguro ya había leído.
Se paró frente a él llamando su atención. Sus rasgados ojos lo
examinaron por completo dejándolo indefenso. Nuevamente se sentía nervioso.
Balbuceó un par de veces antes de decir algo entendible. Levi arqueó una ceja
esperando por alguna palabra, más nada llegó. Para cuando al fin comprendió que
el castaño frente a él no diría nada, dio media vuelta, sin embargo, no pudo
dar un solo paso.
Un grito se oyó en todo el silencioso lugar. Eren tenía los ojos
cerrados y las manos hechas puño. Levi no giró, luego de unos segundos
respondió con voz incordio: sábado a las cuatro de la tarde, estación de Tokyo.
Y sin más se fue.
Ahora parado allí, con las manos presionando su móvil en uno de sus
bolsillos, trataba de no martirizarse con pensamientos pesimistas. Levi
vendría, no lo dejaría plantado allí. Y cuando creyó que no sería eso, la
figura delgada de un chico acercándose, hizo acelerar su corazón.
Allí estaba él, con un abrigo azul y bufanda a cuadros. Se disculpó
quedamente por su tardanza y él sin ocultar su felicidad, como ya era
costumbre, le tomo la mano por el resto del camino hasta llegar a su destino:
el cine.
La fila para la comida era un poco extensa, él se ocuparía de ella
mientras que Levi compraría las entradas.
De reojo lo veía, tan tranquilo como siempre. Con su buena postura y sus
cabellos cayendo delicadamente a sus costados. Reflexiono en su mente sobre qué
era lo que más le gustaba de él a medida que la fila avanzaba. No encontraba
una respuesta clara, solo sabía que su pecho no dejaba de sonar con insistencia
cada que se encontraba cerca de él. Y eso fue todo lo que le basto para no
pensar más al respecto.
Con palomitas en mano, giro sobre sus talones buscando con la mirada a
su cita, encontrándolo a tan solo un par de metros con los boletos en mano.
Su vista fija en él, su persona esperándolo. Sus pasos fueron lentos,
sus manos presionaban con más fuerza la comida en manos, y cuando menos lo
pensó, con el rostro encendido y su cuerpo temblando, se inclinó de manera
precisa para que sus labios quedaran justo sobre los del contrario.
Fueron solo un par de segundos. Cuando se alejó, Eren tenía el rostro
completamente rojo avergonzado de lo que había hecho. Levi no se inmuto y por
un momento pensó que había echado todo a perder. Más las palabras de Levi al
girar le devolvieron todo rastro de alegría que había dejado segundos atrás.
—La próxima vez trata de no cerrar tanto los labios, ábrelos un poco. Resultará
tedioso sino.
Con una enorme sonrisa en el rostro, y el rostro ruborizado, Eren solo
exclamo un quedo ¡Sí!
PD. Disculpen los errores, y ¡GRACIAS POR LEER! ♡
- By: clxwnmxsk
- Romance; fluff. au!
- 1.123 ~ one shot.
- Créditos correspondientes al autor de la imagen.
- Música de ambientación sugerida: ToppDogg - What's Wrong With Me ♪
❝❞ ━: Lágrimas「 RiRen 」
Había empezado de manera
inesperada, ni siquiera él mismo podía creérselo. En su mente repasaba momento
a momento a lado de aquel mocoso de ojos tan claros como una mañana de
primavera. Con sus finos labios en una delgada línea cuando había algo que no
quería hablar. Con sus manos extendidas hacía él pidiéndole acompañar a
cualquier lugar solo para pasar el rato.
Esos momentos que representaron
un momento importante para él, pero que lamentablemente ya no podría repetir.
Sentado en la puerta del pórtico
de la casa que habían comprado hace un par de años, veía la gente pasar
continuando con su vida como cualquier otro lo haría. Bufó molesto. Lo hacían
parecer tan sencillo que el solo hecho de pensarlo le provocaba rabia.
Porque él no podría hacer lo
mismo. Porque él ya no tenía la opción de continuar. Y aún si la tuviera, no
quería tomarla.
Porque las cosas le resultaban
más sencillas, interesantes, y vividas cuando tenía a un pequeño castaño a su
costado con sus ojos llenos de asombro por cualquier cosa que el realizara.
Sorprendiéndose como todo un niño, y es que eso precisamente era para él, un
mocoso que siempre lo seguiría a donde fuera y que le pediría de manera tímida
compartir tiempo con él.
Aceptaría luego de que un par de
insistencias. Expresaría un quedo 'está bien' y luego giraría
en su lugar dándole la espalda solo para que no notara la leve sonrisa que
aparecía en su rostro cada que el menor requería de su tiempo.
Dejaría todo lo que estuviera
haciendo solo para acceder a uno de sus caprichos. No mostraría su verdadero
sentir, pero lo observaba con detenimiento, llenando sus momentos de los gestos
que el otro hacía. La manera en como sus ojos cobraban vida ante él, como sus
labios formaban una sonrisa y sus manos se alzaban al aire cada que algo le
salía bien.
Entonces le llamaría por su
nombre, le pediría su opinión y él se la daría felicitándolo en una postura
recta y diplomática, para luego acercársele, revolverle los cabellos y seguir
de frente, tal vez para no perder la compostura ante la dulzura mostrada, o tal
vez solo para no dejar que sus emociones afloraran en un momento que él no
consideraba idóneo.
¿Cuándo lo sería? Fue lo que se preguntó aquella noche cuando el castaño pidió
dormir con él, afirmando que se sentía asustado, que noche tras noche soñaba
con su madre, y que justo esa noche lo que más necesitaba era a él. No pudo
hacer más que darle paso para que ingresara en su habitación. Cobijarlo entre
sus mantas, y esperar hasta que el otro se durmiera dándole leves palmaditas en
su espalda apreciándolo de cerca.
Las palabras sobraban cuando las
acciones decían mucho más de sí.
Recordó esa frase la misma tarde
que apoyado en la pared, esperaba por el regreso del menor, mientras miraba a
la nada tratando de pensar cualquier otra cosa que no fuera a Eren con sus
amigos más animado de lo normal.
Lo había visto salir de la
preparatoria, horas antes. Quería que ambos se fueran a su casa a pasar el
rato, sin embargo, con la imagen de verlo sonreír con alguien más, hizo que
retrocediera sus pasos y regresara solo con la mirada fija en el pavimento. Y
cuando llego a su hogar, presiono con fuerza la perilla antes de entrar. Más su
sorpresa fue mayor, cuando en medio de la estancia se encontraba el mismo
castaño que hace un par de minutos había visto con otros extraños.
Le extendió la mano como bien
sabía hacerlo, dudo en tomarla. Y cuando éste dio un paso en su dirección,
ignoro todas aquellas voces en su mente diciéndole que lo que quería hacer
estaba mal. Porque Eren era su único alumno particular, y quería que así se
quedara. No obstante, decidió ignorar todas aquellas advertencias en su cabeza
y con rapidez fue hasta él para poder por fin, probar el cielo con sus labios.
Y fueron esos labios que le
supieron a gloria los que lo acompañaron por mucho tiempo más. Porque basto
solo un beso y lágrima para poder expresar cuan enamorado estaba. Hacerle
entender que sin importar cuanto tiempo pasará, él seguiría allí, atrás de él
vigilando cada movimiento que haga el menor, para verlo caer y ayudarlo a
levantarse.
Estar a su lado donde siempre pertenecería.
Estar a su lado donde siempre pertenecería.
¿Y ahora dónde estaba?
Solo allí, viéndolo llorar con
lágrimas desde el cielo. Pidiéndole una vez más continuar. Y si él no podría,
entonces ya habría un lugar a donde ir. En un cielo claro y hermoso.
Y en las noches, solo dos
estrellas unidas por su mismo fulgor.
PD. Disculpen los errores, y ¡GRACIAS POR LEER! ♡
- By: clxwnmxsk
- Drama; angts, romance. au!
- 786 ~ Viñeta RiRen #1.
- Créditos correspondientes al autor de la imagen.
- Música de ambientación sugerida: Annabel - ananmesis ♪
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)








