miércoles

❝❞ ━: Irreversible Pt.1「 Akakuro 」


POV Akashi
Pedir perdón puede contar en un momento como este. Se que hice las cosas mal pero no me arrepiento, porque todo tiene una razón y esa razón…fuiste tú.
Si empezara por el comienzo, diría que fui yo quien comenzó haciendo todo mal. Desde aquella cita pactada en la misma cafetería a la que solíamos frecuentar todo cambio. Quería presentarte a alguien importante, a alguien que había formado parte de mi vida tomando un papel principal, quería presentarte a ti como la persona que formaba parte de mi reducida familia que consistía en tú y yo.
Pero ella no llego, y ambos nos quedamos a la espera de saber si se había retrasado o de plano nos había cancelado. Al menos así fueron los primeros minutos, ya que luego nuestra conversación se dio natural como siempre solía serlo.
Te hable de mi trabajo, de como poco a poco comenzaba a mejorar con aspiraciones a un gran ascenso. Me felicitaste con orgullo y exclamaste un claro ‘ese es mi hermano’. Me comentaste acerca del tuyo y dijiste que probablemente no estaba tan bien, pero que ni por eso te rendías y seguirías adelante por que así lo deseabas y sonreí enternecido pues siempre eras un luchador y me llenaba de gran felicidad el saber que seguías siendo el chico de sonrisa alegre y mirada radiante.
Los segundos se convirtieron en minutos y éstos en horas. Llegamos a la conclusión de que así podríamos pasar el día entero y nunca nos cansaríamos.
Tú solo sonreíste, y yo sentí mi corazón acelerarse.
Al día siguiente fue igual, Mai tampoco se presentó y mientras bufaba por lo bajo maldiciendo un poco todo, tú apareciste a mi lado, palmeaste mi espalda y me dijiste que no me deprimiera pues el espectáculo era grande y mi ánimo tenía que estar por los aires al igual que aquellos destellos que se dibujaban en el cielo nocturno iluminando toda la ciudad.
Nuevamente por saber que todo comenzaba a cambiar y no hacer algo al respecto. Esa noche te quedaste conmigo en mi departamento, charlamos, jugamos y al final la pasamos bien. Siendo nosotros mismos, siendo nosotros.
Las citas pactadas para tres terminaban siendo solo para dos, nos dimos cuenta que no nos incomodaba y disfrutábamos lo más que podíamos. Tu compañía y mi compañía. Amigos que desde siempre lo fueron. Entonces... ¿cuando empezó a cambiar todo?
¿Acaso fue esa noche en la que te llame estando completamente ebrio pidiéndote que me buscaras? ¿O acaso cuando hice un comentario de tus mejillas haciendo que enrojecieras por completo? ¿Cuándo cambio todo? ¿Cuándo cambiamos? ¿Cuándo deje de verte como un hermano? ¿Cuándo deje de verte como un amigo? ¿Cuándo…?
—Acabas de arruinarlo todo —expresaste sin pudor cuando decidí seguir mis impulsos y te bese.
Decir que me quede callado debido a la conmoción fue poco, me quede callado porque ese día tú me destruiste por dentro. Alteraste todo orden en mi vida dándole un giro de 180º y no te atreviste si quiera a notarlo. Entonces ¿Quién tiene la culpa? ¿Tú o yo?
¿O tal vez los dos?
Probablemente las cosas se hubieran dado de diferente manera si hubiera estado seguro de mis sentimientos por quien realmente era mi novia. Sin embargo Mai no estaba en los momentos en los cuales yo precisaba de compañía para poder charlar o solo disfrutar la compañía uno del otro. No. Ella no estaba, nunca lo estuvo. Porque eras tú, eras tú quien ocupaba ese lugar en mi vida. Ese lugar imprescindible que por nadie sería remplazado. Pero ahora que no estas…
¿Qué se supone que deba hacer?
—Akashi ¿me estas escuchando? —Salí de mi ensoñación percatándome de donde estaba y sobretodo con quien estaba.
—Lo siento, me distraje por un momento —me disculpe inmediatamente recibiendo una sonrisa como respuesta.
El resto de la cena transcurrió de manera normal. Conversaciones triviales, sonrisas cortas, preguntas casuales, todo completamente ordinario. Para cuando me despedí de Satsuki el reloj en mi muñeca marcaba las nueve de la noche, resople repetidamente mientras me dirigía a mi departamento.
Mi vida había llegado a un punto que parecía irreversible, porque si realmente lo fuera, serían varias cosas las que me gustarían cambiar. Como por ejemplo el salir con Mai, el haber tenido la intención de presentársela a mi, antes, mejor amigo, el que ella no hubiera llegado a tiempo, el que él si lo haya hecho, el haberle hablado…el haberlo besado.
Lo cambiaría todo, ya que gracias a ese pequeño incidente, toda mi vida cambio. El ascenso por el que tanto esperaba llego hasta mis manos en forma de papel faltando solo mi firma para que me mandaran a la capital, con el doble de salario y estadía en un lugar céntrico y completamente a mi disposición. Eso implicaba por supuesto, una mudanza inmediata. No era algo que hubiera pensado mucho, para ese punto sabía que era lo que sentía por quien fue mi amigo y lo vació que me sentía cuando hablaba de Mai.
Firmé.
No se lo comente a nadie más que a mis padres. Les pedí el favor de que lo mantuvieran en secreto pues no quería toparme con alguien conocido por aquí. Quería empezar de cero en un lugar donde las personas no me conocieran, muy aparte de lo profesional, y donde pudiera mostrarles una faceta diferente a lo que realmente era. Era como un pequeño reinicio a mi vida, solo de esa manera olvidaría los problemas de mi pasado: como el descubrir que mi novia me engañaba con un compañero de planta, o el saber lo poco que me importaba por descubrir que a ella…realmente no la amaba.
¿Huí?
Si, lo hice. Y se sintió bien en su momento. Era fácil dibujar sonrisas cuando las demás personas no sabían quien realmente eras, porque no podían ver a través de esos gestos como las lágrimas se asomaban. Ellos no sabían y así era mejor.
Las noches se volvían entretenidas cuando un compañero me invitaba a beber, me presentaba a una amiga y las cosas se daban por si solas. Era interesante hasta ese punto, no obstante…las mañanas eran las peores, por no reconocer a la persona a tu costado, por ni siquiera recordar su nombre o siquiera como llegamos hasta allí.
Sentirse desolado aún estando rodeado de gente.
Recordaba que era lo que me traía a llevar una vida como la mía y la amargura embargaba mi corazón que solo quería repetir todo de nuevo y comenzar otra mañana sintiéndome miserable. Era como un castigo que yo mismo me daba, ya que en mi mente y en mi alma solo tu nombre se marcaba  y yo trataba de retratar ese mismo nombre en el cuerpo de otra persona. Imaginando que eras tú, tratando de recrearte en el cuerpo de algún extraño. Despertando sabiendo que mi ilusión se partía a la mitad junto a mis esperanzas.
Pues tú no eras quien estaba a mi lado y no lo serías nunca.


PD. Disculpen los errores, y ¡GRACIAS POR LEER!  

  • By: clxwnmxsk
  • Romance; angst, fluff. au!
  • 1163 ~ one shot.
  • Música de ambientación sugeridaIcon for Hire - Fix Me ♪

0 comments:

Publicar un comentario

 

Utopian Mind Template by Ipietoon Cute Blog Design

Cute Polka Dotted Red Bow Tie Ribbon