lunes

❝❞ ━: Preludio/Monotonía #1「 SebasCiel 」


Cuando el telón se cerraba, las luces se apagaban, y la vestimenta de la época victoriana se devolvía a los vestuaristas, la vida de Sebastian y Ciel volvía a su rutina tranquila y sosegada apta para los dos. Y es que muy pocas personas se imaginaban que tras los papeles de mayordomo y conde que se mostraba a los televidentes, en realidad solo se encontraban a un maestro de secundaria con fascinación a los gatos (esa parte era real fuera de la serie) y la literatura inglesa, y a un adolescente con un promedio escolar regular, cierta tendencia a lo friki y temor a las tormentas.  
Si, Sebastian y Ciel podían llegar a ser más comunes que lo que muchos se imaginaban. A excepción de cierto detalle: ellos realmente eran una pareja. Pero no una pareja de tutor o alumno (aunque eso también lo eran, pero dejémoslo de lado por un momento), sino una pareja sentimental, romántica, aquella que comparte abrazos en días festivos, y en días que no lo son, y miran películas acurrucados en el sofá cuando no quieren salir de casa los sábados por la tarde.
Si bien era cierto, que Sebastian podía llegar a verse muy mal ante la sociedad si ventilara su relación con un menor, también lo era que muy poco le importaba. Amaba a Ciel, y sabía que éste tenía el mismo sentimiento para con él. Ya que esa mirada heterocromática que el menor solía darle, cada que se quedaba viéndolo por minutos cuando creía que éste no se daba cuenta, resumían todas las palabras románticas existentes en el mundo, y las que no existían también.
Ciel era huérfano, eso no se alejaba mucho de la ficción, con la diferencia de que sus padres no fallecieron cuando él era un niño, ya que Ciel de hecho no conocía a sus padres ni sabía cómo eran. Él solo sabía que había sido abandonado en un orfanato, y que tiempo después fue adoptado por quien ahora era su “pareja”.
Tenía una pequeña deficiencia con su ojo derecho, lo que lo llevaba a tenerlo de otro color, y por lo tanto cubrirlo la mayoría del tiempo. Si bien hubo un tiempo en que solía ser muy tímido y algo gruñón, eso cambiaria con el tiempo y gracias a la compañía de Sebastian; ya que, aunque éste no lo admita directamente, él quería mucho a Sebastian, y le agradecía infinitamente el como éste no se apartó de su lado, cuando Ciel admitió entre llanto lo muy enamorado que creía encontrarse de él.
Fue en ese momento que Ciel pensó que ya todo habría acabado. Que luego de tal y repentina confesión, Sebastian se alejaría. Más su sorpresa fue grande cuando el mismo Sebastian admitió sentirse de igual forma, y sentirse muy culpable a causa de ello.
El mayor lo pensó mucho, y pasaron varias semanas en las que ambos simplemente mantuvieron su distancia. Pero cuando Ciel cumplió la edad de quince años, el cariño por parte de ambos no impidió que se fundieran en un abrazo, que terminó de confirmar que lo que ambos sentían no era un pecado. Ambos se querían, vivían juntos, la pasaban bien en compañía del otro. Entonces, ¿Por qué algo como ello tendría que cambiar? Así que simplemente decidieron dejar esas dudas de lado, y compartieron aquellos momentos que ambos tanto atesoraban.
Como, por ejemplo, preparar la comida juntos. El papel de Sebastian como mayordomo de una mansión, no solo le exigía ser perfecto en el orden del hogar, sino también ser un buen cocinero. Y eso es algo que el Sebastian tras bambalinas agradecía, ya que gracias a las multiples clases de cocina y repostería que llevo para interpretar bien su papel, era que ahora podía prepararle todo tipo de platillos a su consentido, solo para verlo feliz.
La fascinación en el rostro de Ciel al momento de ver como quedaron los brownies que ambos prepararon, no se podía comparar con nada. Ya que nunca olvidaría su rostro sonriente, sus mejillas regordetas por la comida, sus labios cubiertos con algún dulce preparado por él, y su dulce voz felicitándolo y pidiéndole más. Esas eran detalles que Sebastian nunca olvidaría.
Y sabia mejor que nadie, que Ciel tampoco lo haría.
Su día ordinario terminaría con él abrazado al menor y sus leves ronquidos. Le cubriría lo mejor que pudiera, programaría el despertador para el día siguiente y se entregaría al cansancio y felicidad de tener a Ciel en su vida.
En su monótona y cálida vida.

PD. Disculpen los errores, y ¡GRACIAS POR LEER!  
  • By: clxwnmxsk
  • Kuroshitsuji; yaoi; boyslove; Sebastian x Ciel; anime shipps.
  • Romance; fluff. au!
  • 754 ~ One Shot.
  • Música de ambientación sugeridaLana del Rey - Love ♪



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