Una sonrisa discreta y miles de deseos de que largas
sesiones terminaran, básicamente eso era todo en lo que Ciel podía concentrarse
cuando las fotografías en masa les eran solicitadas. Caso muy distinto era el
caso de Sebastián, quien, como si toda su vida hubiera sido bajo la luz de los
reflectores, posaba con gracia y sonreía de forma natural ante cualquier sonido
del flash.
En esas ocasiones, quizá Ciel se sentía un poco celoso/posesivo sobre él, pero no se lo diría de frente, su orgullo no se le permitiría.
—Podrías intentar sonreír
un poco más, eso en definitiva volvería locas a tus fans —opino aquella vez Sebastián,
cuando ya iban de camino a casa.
—No, gracias. No es algo
que disfrute hacer —rebatió el menor.
—¿Por qué no? Tienes una
sonrisa hermosa.
Ciel no respondió, simplemente giró su rostro mirando en otra dirección dando por terminada esa conversación. Sebastián no lo molesto más, solo decidió ignorar con una sonrisa ese sonrojo que provoco en el menor al momento de decir una verdad que cada tanto siempre afirmaría.
El tiempo en casa siempre sería el que ambos disfrutaban más, ya que allí ya no había necesidad de fingir en ningún aspecto. Podían disfrutar siendo normales pese a que muchos en el exterior no los creyeran así. Pero eso era lo de menos. Sobretodo si la normalidad de una vida cotidiana implicaba labores comunes y normales en un adolescente en pleno desarrollo estudiantil.
Si había algo que Ciel
menos disfrutaba luego de sus actividades frente a una cámara, eran las
responsabilidades del colegio. Sobretodo porque dichas responsabilidades siempre
lo esperaban apiladas en su escritorio luego de semanas de inasistencia debido
a su agenda como actor principal. Sebastián siempre estaría allí para ayudarlo
en todo lo que pudiera, y eso era algo que el menor siempre agradecería, aunque
muchas veces le gustaría hacer un berrinche frente al mayor afirmando que era
una injusticia de la vida sobreexplotarlo de esa manera.
Sería entonces cuando
Sebastián terminara aquellas labores que el menor por cansancio ya no podía
realizar. Hablaría también con los otros docentes de Ciel pidiendo un poco más
de prórroga, y animaría a Ciel a terminar todo prometiéndole buenas recompensas
una vez terminara. Es así que luego de extenuantes horas de trabajo, el menor
podría suspirar de alivio y expresar a viva voz su deseo por conocer dicha
recompensa antes prometida para él.
Sebastián no tendría
problema en consentirlo entonces, pondría todo de su parte por hacer sentir
mejor a su pequeña pareja. Además, de que muchas veces, dicha recompensa
parecía compartirse con él. Ya que era bastante común, que, luego de largas
jornadas de trabajo Ciel se quedara dormido en el lugar donde se encontrara,
entonces Sebastián aprovecharía el momento y tomaría una foto del menor guardándola
en su galería con otras cientos de fotos del menor.
—Deberías dormir en la cama
—susurraba Sebastián mientras lo cargaba llevándolo a la habitación.
—Estaré bien el sofá, aún
no quiero dormir. Es muy temprano.
Sebastián no replicaría dichas
palabras, solo asentiría y lo llevaría directo al sofá. Pasarían tiempo juntos
viendo televisión o simplemente conversando. El mayor trataría de ignorar como los
ojos del menor querrían cerrarse de a poco pese a que éste jugaba con su consola.
Insistiría una vez más en llevarlo a la cama para que descansara, pero, una idea
asaltaría su cabeza aprovechando dicha situación. Entonces tomaría su teléfono los
apuntaría a ellos dos, llamaba levemente la atención de Ciel quien desprevenido
giraría a verle, y el sonido de la foto captada resonaría en la habitación.
Se quejaría durante unos
minutos, pero luego lo dejaría pasar, pues, mientras se encontrará en la
galería de Sebastián, él no tendría problema con que le sacara muchas más
fotos, incluso esas que el mayor le tomaba y él fingía que no se daba cuenta.
- By: clxwnmxsk
- Kuroshitsuji; yaoi; boyslove; Sebastian x Ciel; anime shipps.
- Romance; fluff. au!
- 712 ~ One Shot.
- Música de ambientación sugerida: Grace VanderWaal - Beautiful Thing ♪




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